Enclavada en medio del Mar Mediterráneo, Mallorca evoca las vacaciones, el calor del verano, el mar azul brillante, calas salvajes, pescados a la brasa, olivares, ciclismo y senderismo por la Serra de Tramuntana. Palma, la capital chic de la isla, es una joya con sus monumentos históricos marcados por la presencia de romanos, bizantinos y árabes, una mezcla encantadora donde hay que descubrir las bodegas y callejuelas del Casco Antiguo. Los pintorescos pueblos de Bunyola, Soller, Valdemossa, Puigpunyent y Deia merecen una visita. Finalmente, es imposible no disfrutar de la rica naturaleza de la isla: parques, bosques, viñedos y arbustos, y fantásticas playas. ¡Mallorca es un verdadero encanto!