Hay innumerables razones para visitar, establecerse e incluso invertir en Río de Janeiro. Además de su belleza natural, sus míticas playas, el buen humor que allí reina y la dulzura de la vida que contagia a todos los visitantes, Río ofrece grandes oportunidades para los extranjeros que buscan buenas inversiones. Porque cuando se trata de invertir en bienes raíces, ¡la pasión debe estar en el mismo barco que la razón! Latin Exclusive, especialista en servicios inmobiliarios de lujo, explica por qué el deseo de comprar una propiedad en Río es, de hecho, un excelente potencial de capitalización. Mejor aún, Latin Exclusive cuenta que estamos en un período de oportunidad para quienes deseen embarcarse en una inversión con tipos de cambio muy favorables. Con su cartera de propiedades exclusivas, Latin Exclusive puede ayudarlo a encontrar excelentes opciones de propiedades en Río. La experiencia de la agencia, las ventajas de inversión de Brasil y las facilidades fiscales le permitirán mudarse a Río con mucha más comodidad que en muchas de las principales capitales.
¡Calidad y estilo de vida!
Es imposible encontrar una ciudad con una calidad de vida como Río de Janeiro. No dirán lo contrario los 8 millones de turistas anuales (3 millones de los cuales son extranjeros) que visitaban la ciudad antes de la pandemia, ni los cariocas que tienen fama de volver a casa frustrados con sus viajes, pues la comparación entre los destinos visitados y Río ¡solo acentúa lo único que es Río! Cuna de la samba y de la «joie de vivre», la Cidade Maravilhosa tiene más de una flecha en su arco y ofrece una gama de actividades para complacer a todos. Una mezcla perfecta de elegancia y relajación, Río continúa haciendo soñar a los viajeros gracias a su fuerte connotación de distracción y cambio de escenario. Entre el poderoso océano azul y las verdes montañas tropicales, la ciudad ofrece un panorama único. La vida aquí es agradable todo el año, con un clima templado y solo dos estaciones con temperaturas agradables: en invierno las temperaturas oscilan entre 18 y 25 grados (mayo a noviembre) y en verano el termómetro sube a 35 grados (diciembre a abril).
Vibrando al ritmo de la música, el Carnaval, los grandes partidos de fútbol y las numerosas playas de renombre internacional, aquí se puede experimentar una mezcla equilibrada del tiempo suspendido en los barrios y la vida de una megalópolis frenética con inspiraciones contemporáneas. Copacabana, Ipanema y Leblon, o las playas salvajes de Grumari y Prainha, por nombrar solo algunas, son una experiencia única. Río tiene más de 72 km de playas... La naturaleza irradia en esta ciudad que respeta la belleza de su entorno, animando a los residentes y visitantes a disfrutar de los beneficios de la vida al aire libre. Desde clases de surf, yoga, fútbol, tenis de playa, caminatas en las montañas y en los 25 parques de la ciudad, hasta andar en bicicleta por las numerosas ciclovías que cruzan Río (450 km de pistas), el bienestar es una parte importante de la vida local. ¡Esto podría incluso explicar la alegría de vivir de los cariocas! La selva de Tijuca, que bordea la ciudad, es la selva urbana más grande del mundo, con sus 4.200 hectáreas de densa naturaleza, en las que se puede caminar y encontrar vegetación tropical y más de 200 especies de animales. Puedes disfrutar de esta naturaleza todo el año sin moderación. Como aquí no hay catástrofes climáticas, los elementos juegan a favor de la ciudad y la naturaleza es majestuosa en Río. Sin embargo, la cultura no queda relegada a un segundo plano. La ciudad ofrece nada menos que 50 museos abiertos al público y numerosos teatros, que ofrecen exhibiciones de calidad en escenarios de renombre internacional.
Río es definitivamente una ciudad dinámica, que mira hacia el futuro y alberga eventos internacionales. El sector del lujo está creciendo a pasos agigantados, y cada vez hay más restaurantes con estrellas.
¡Revalorización del capital!
Para ir directo al meollo del asunto, es importante saber que el tipo de cambio es muy favorable para los inversionistas extranjeros y que los análisis de mercado muestran una tendencia extremadamente favorable para las inversiones extranjeras. De hecho, el real, la moneda brasileña, lleva varios años depreciándose frente a las principales monedas del resto del mundo. Desde la crisis de 2015, Río de Janeiro en particular se ha beneficiado de una caída en los precios de las propiedades estimada en -25%. Así, el precio del metro cuadrado en Río todavía está muy por debajo de las capitales mundiales. Pero ya, la urbanización de la ciudad está creciendo. Gracias al gran trabajo realizado para albergar la Copa Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, Río se beneficia de numerosos barrios que pudieron pasar por un verdadero trabajo de renovación. Es fácil imaginar un fuerte aumento en el precio del metro cuadrado dentro de unos años, reflejando las inversiones en infraestructura en la ciudad, como la fluidez de la movilidad y la mejora de los servicios urbanos. Todo ello garantiza un gran potencial de revalorización del capital, ya sea para la compra de una vivienda habitual o de una vivienda vacacional. Existe una creciente demanda de compra y alquiler, debido a la instalación de nuevas multinacionales en el sector del petróleo y el gas, pero también la fuerte demanda de turistas en busca de adquisiciones. El mercado inmobiliario de Río es uno de los más cotizados de Brasil.
¡Ventajas fiscales!
BAdemás de los intereses personales y financieros, Brasil también ofrece importantes ventajas fiscales. De hecho, ¡invertir en Brasil nunca ha sido tan fácil! El gobierno brasileño está muy interesado en los inversores extranjeros y facilita su llegada, incluso otorgándoles una visa de residencia cuando invierten en la compra de una propiedad por valor de R$ 1 millón (R$ 700.000 en los estados del norte del país). Para obtener esta visa de residencia, es posible adquirir más de una propiedad, siempre que se alcance el valor total mínimo de R$ 1 millón. Es interesante notar que la documentación requerida es diferente en el caso de propiedad construida y propiedad en construcción. En el caso de una propiedad ya construida, los documentos requeridos son el RGI (Registro Geral de Imóveis) y la Declaración de una institución de crédito con licencia o registrada en el territorio nacional con el Banco Central de Brasil que certifique que un total de R$ 1 millón ha sido transferido para la compra de una propiedad.
El tema fiscal también es ventajoso para los inversores extranjeros y se han simplificado los trámites para que los extranjeros no se pierdan en largos trámites. Todo lo que se requiere es realizar algunos trámites específicos, incluida la obtención de un CPF (registro individual) que se obtiene fácilmente en los consulados brasileños. Con este documento en mano, se le permite abrir una cuenta bancaria que facilitará todas las transacciones bancarias. Se firmaron acuerdos bilaterales entre Brasil y muchos países de la Unión Europea, evitando así la doble tributación. Después, los trámites son similares a los de muchos países, necesitas encontrar un agente inmobiliario que te acompañe en la búsqueda de la propiedad. Latin Exclusive, especializada en inmuebles de lujo en Brasil, es la agencia ideal para acompañar a los clientes en su búsqueda. Una vez que se encuentre la propiedad, se le pedirá al vendedor que verifique los documentos de la propiedad y luego se podrá firmar la escritura de venta con un pago de aproximadamente el 10% del valor de la propiedad. El resto del pago se realizará al finalizar el proceso de compra, todo supervisado por un notario y el equipo de la agencia inmobiliaria. En cuanto a la financiación de una propiedad en Brasil, solo los residentes permanentes o ya naturalizados podrán solicitar un préstamo de un banco oficial. Una vez aprobada la inversión, el nuevo propietario recibirá una autorización temporal por dos años, tiempo durante el cual deberá asegurarse de que la propiedad adquirida esté bien conservada y permanezca con el mismo nombre. Después de estos dos años, la propiedad queda autorizada permanentemente. La guinda del pastel es que el alquiler a corto plazo no tributa, lo que mejora considerablemente la rentabilidad de un inmueble.
